La avena es uno de los cereales más completos que puedes introducir en la dieta de tu bebé. Rica en fibra, hierro y vitaminas del grupo B, ayuda al desarrollo y la digestión del pequeño. Preparar una papilla de avena casera es sencillo y te permite controlar la textura y la calidad de los ingredientes. A continuación, te explicamos cómo hacerlo paso a paso.
Tiempo de preparación: 10 minutos
Dificultad: Muy fácil
Edad recomendada: A partir de 6 meses
INGREDIENTES
Para una ración de papilla de avena casera necesitas:
- 3 cucharadas soperas de copos de avena finos (preferiblemente sin gluten si es la primera vez)
- 100 ml de agua o leche (materna, de fórmula o adaptada, según recomendación pediátrica)
- 1/2 plátano maduro (opcional, para aportar dulzor natural)
- 1 cucharadita de aceite de oliva virgen extra (opcional, para bebés mayores de 6 meses)
CÓMO PREPARAR LA PAPILLA DE AVENA
Hidrata la avena: coloca los copos en un cazo con el agua o la leche elegida. Deja reposar 5 minutos para que se ablanden antes de calentar.
Cocina a fuego suave: calienta la mezcla durante unos 5 minutos, removiendo constantemente para evitar grumos. Si usas leche materna, añádela solo al final, sin calentar.
Añade el plátano (opcional): si quieres aportar dulzor natural, machaca medio plátano e incorpóralo una vez retirada la mezcla del fuego.
Tritura si es necesario: para los bebés que empiezan con la alimentación complementaria, puedes pasar la papilla por la batidora para lograr una textura más fina.
Textura ideal: si la papilla queda demasiado espesa, añade un poco más de líquido hasta que quede suave y fácil de tragar.
Enriquece con aceite (opcional): si tu bebé ya tiene más de 6 meses, puedes añadir una cucharadita de aceite de oliva virgen extra para incorporar grasas saludables.
Enfría y sirve: deja que la papilla alcance una temperatura adecuada antes de ofrecérsela al bebé.
TRUCOS Y CONSEJOS
Textura progresiva: al principio, es mejor que la papilla sea muy suave. A medida que el bebé se adapta, puedes dejar una textura más grumosa para que practique la masticación.
Personaliza la receta: puedes combinar la avena con frutas como manzana, pera o mango cocidos para variar el sabor y los nutrientes.
Prepara con antelación: la papilla de avena puede conservarse en la nevera durante 24 horas en un recipiente hermético.
Evita azúcares añadidos: no es necesario añadir azúcar ni edulcorantes. Las frutas maduras aportan dulzor natural suficiente.
INFORMACIÓN NUTRICIONAL
La avena es una fuente excelente de energía, fibra soluble (beta-glucanos) y minerales como el hierro y el magnesio. Ayuda a regular el tránsito intestinal y proporciona sensación de saciedad. Combinada con frutas o leche, se convierte en un desayuno o merienda muy completo para tu bebé.
Consejo extra: con el Robot de cocina para bebés de Baby Brezza, puedes cocer la avena y triturarla en un solo paso. Solo tienes que programarlo y dejar que haga el trabajo por ti.