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¿Cuánto tiempo puede durar la leche materna en la nevera?

Durante la lactancia, es posible que haya momentos en los que sea necesario extraer y almacenar la leche materna, ya sea porque vuelves al trabajo, necesitas salir por unas horas o simplemente quieres compartir esta tarea con tu pareja.

Una de las dudas más comunes entre padres y madres primerizas es cómo conservar la leche materna de forma segura en la nevera. Por eso, aquí te dejamos una guía con todo lo que debes saber para almacenar la leche en el frigorífico sin riesgo para tu bebé.

  1. ¿Cuánto tiempo puedo conservar la leche materna en la nevera?
  2. ¿Qué envases usar para guardar la leche materna en la nevera?
  3. ¿Se puede añadir leche a la que ya está refrigerada?
  4. ¿Cómo calentar la leche materna refrigerada para preparar el biberón?
  5. Consejos finales para padres primerizos

¿Cuánto tiempo puedo conservar la leche materna en la nevera?

La leche materna extraída puede guardarse en la nevera de forma segura por un máximo de 4 días siempre que la temperatura sea constante y de unos 4 °C o menos. Sin embargo, si tienes dudas sobre la eficiencia de tu frigorífico o si lo abres con frecuencia, es recomendable consumirla en un plazo de 2 a 3 días para garantizar que se mantengan en las mejores condiciones.

Para ello, uno de los consejos que te damos es que etiquetes siempre los envases con la fecha y hora de extracción, así llevarás un control exacto del tiempo que pase la leche en el frigorífico. Además, recuerda colocar el envase con la leche siempre en la parte más profunda de la nevera, ya que, al estar más lejos de la puerta, es donde se conserva una temperatura más estable.

¿Qué envases usar para guardar la leche materna en la nevera?

El envase que elijas para almacenar la leche materna es más importante de lo que parece. Tienes varias opciones a tu alcance, como son:

  • Bolsas específicas para leche materna: son una excelente opción porque suelen venir preesterilizadas, lo que minimiza el riesgo de contaminación. Para este fin, ocupan menos espacio en la nevera, y son fáciles de etiquetar.
  • Recipientes de vidrio o plástico: asegúrate de que sean aptos para alimentos y estén libres de BPA, un componente químico peligroso para la salud de los bebés. Estos recipientes deben contar con una tapa hermética para evitar derrames y proteger la leche materna de olores externos.

Antes de utilizar este tipo de envases para guardar la leche materna en la nevera, lávalos con agua caliente y jabón (o recurre a un esterilizador), y deja que se sequen completamente al aire antes de almacenar la leche en ellos. Recuerda también no llenarlos hasta el borde, ya que la leche materna puede aumentar ligeramente de volumen al enfriarse.

¿Se puede añadir leche a la que ya está refrigerada?

Esta es una pregunta muy común entre los padres que extraen leche en diferentes momentos del día. Sí, puedes mezclar leche extraída en diferentes sesiones, pero es importante seguir estas dos normas:

  1. Iguala la temperatura: la leche recién extraída debe enfriarse antes de combinarla con la que ya está en la nevera. Esto evita que la leche fría se caliente y aumente el riesgo de crecimiento bacteriano.
  2. Fecha de caducidad: la leche combinada debe respetar el tiempo de almacenamiento de la leche más antigua. Por ejemplo, si una parte de la leche tiene 2 días y la otra acaba de extraerse, la leche combinada deberá consumirse dentro de los 2 días restantes.

Esto asegura que la leche sea segura para tu bebé y preserva sus nutrientes y propiedades.

¿Cómo calentar la leche materna refrigerada para preparar el biberón?

Calentar la leche materna correctamente para preparar el biberón es fundamental para mantener sus nutrientes y evitar riesgos para tu bebé.

No uses el microondas

Aunque es rápido, el microondas puede calentar la leche de forma desigual, creando puntos calientes que pueden quemar la boca de tu bebé. Además, este método puede destruir enzimas y otros nutrientes esenciales.

Método del baño María

Llena un recipiente con agua tibia (nunca hirviendo) y coloca dentro el envase con la leche. Remueve el envase suavemente para distribuir el calor de manera uniforme. Por último, comprueba la temperatura de la leche vertiendo unas gotas en el dorso de tu mano: deberías sentirla templada, no caliente.

No olvides que la leche calentada debe consumirse en un máximo de 2 horas. Si tu bebé no termina toda la leche, descarta lo que sobre. No vuelvas a refrigerar ni congelar la leche ya calentada.

Consejos finales para padres primerizos

Con un poco de práctica, almacenar la leche materna en el frigorífico se convertirá en una rutina que podrás hacer con los ojos cerrados. Aquí van nuestros últimos consejos para que lo tengas todo claro:

  • Invierte en un buen extractor de leche y envases confiables: esto hará que el proceso de extracción y almacenamiento sea más cómodo y seguro.
  • Crea un sistema organizado en la nevera: dedica un espacio exclusivo para la leche materna, evitando así que entre en contacto con otros alimentos que puedan contaminarla.
  • Y, sobre todo, no te preocupes si cometes errores: ser padre o madre de un bebé es un aprendizaje constante, por lo que, si hoy cometes un error, mañana dejarás de hacerlo :).

En Baby Brezza, padres nosotros mismos, llevamos más de una década ayudando a padres y madres a hacerles esta tarea un poquito más fácil, con dispositivos destinados a la alimentación de los más pequeños: preparadores de biberones, esterilizadores, robots de cocina para bebés

Ser papá o mamá seguirá siendo un reto, sí, pero, con Baby Brezza, ¡será un reto mucho más fácil!

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